Delincuentes tienen de caseros a camioneros de Paillaco: afectados entregan sus testimonios

El robo de combustible desde camiones en horas nocturnas es el nuevo delito que afecta a Paillaco. Detalles en la nota.

Un nuevo tipo de delito se ha convertido en algo habitual en Paillaco, afectando principalmente a conductores de camiones a quienes, en horas de la noche, les extraen el combustible desde los estanques de los vehículos. 

Las víctimas coinciden en que esta práctica delictual se viene repitiendo desde hace meses, aprovechando que por lo general este tipo de vehículos, por sus dimensiones, quedan estacionados en espacios públicos. 

Uno de los afectados es Luis Uribe, propietario de camión, quien fue avisado la mañana de este miércoles 23 de agosto que algo extraño ocurría con su camión, estacionado en calle Camilo Henríquez, tal como lo comentó a Diario Paillaco. 

“Me levanté a las 6:20 y revisé mi teléfono para ver si estaba cargado y me encontré con un whatsapp y tenía un audio de mi vecino, él se levanta a las 6, y me decía que el tapón del estanque del camión estaba abajo, hay un saco, me parece raro decía”, señaló. 

Se apresuró en revisar su camión y efectivamente comprobó que le habían vaciado el estanque, aproximadamente 90 litros de combustible. 

Más de un robo a un mismo camión

La situación ha escalado de tal forma que hay quienes han sufrido este robo en más de una oportunidad, como testimonia Diego Henríquez, quien conduce un camión para una empresa, y que lamenta dos robos con menos de una semana de diferencia entre ambos. 

“El jueves 17 y el día martes feriado en la noche y madrugada (15 de agosto)”, dice que fueron las fechas en las que robaron petróleo desde el camión, que estacionaba a dos cuadras de su domicilio en el sector Cincuentenario, frente a Bomberos. 

Diego indica que en ambas oportunidades han roto la tapa del estanque, las que debe reponer y en el mercado se encuentran por un valor de entre $50.000 y $60.000 si son originales, o alrededor de $20.000 en el caso de las alternativas. 

“Me marca el computador y me faltan como 50 a 60 litros”, comenta sobre el combustible sustraído y agrega que, en el proceso del robo, los delincuentes no se percataron que contaminaron el combustible con un aditivo para los gases del camión. 

“La gente que compre ese petróleo va a estropear su vehículo” asegura. “A alguien se le van a echar a perder los inyectores”, complementa. 

También comenta que quienes más afectados resultan por este tipo de delito, son los camiones forestales. 

Llama la atención la cantidad de combustible que los desconocidos son capaces de sustraer, por lo que los afectados consideran que se movilizan en vehículo para actuar. “Igual deben andar con alguna bombita eléctrica o algo así, porque para sacar 100 litros se demora”, indica Uribe. 

Tanto en el caso de Luis Uribe como de Diego Henríquez desestiman el hacer denuncias por estos hechos, pues consideran que no lograrán nada y optan por otras opciones de disuasión o prevención. 

“Estoy pensando en instalar cámaras acá, porque tengo mi vehículo afuera, como todos los vecinos tenemos los vehículos afuera en la calle. Así que la única forma es con cámaras”, asegura Uribe. 

“Ahora ya no estoy guardando el camión acá, prefiero ir a dejarlo al campo”, dice Henríquez, pensando en sus redes familiares.