Los alérgenos más frecuentes son la leche de vaca, el huevo, el pescado, los mariscos, el maní, la soya, los frutos secos y el trigo. Especialistas de las Carreras de Medicina y de Nutrición & Dietética de la Universidad Católica, comparten algunas recomendaciones.
En los últimos años, se observa un aumento en el diagnóstico de alergias alimentarias, alcanzando un total de 220 a 520 millones de personas en el mundo entero, según un informe de la Food Allergy Research & Education (FARE). Para Carla Leiva, docente de la Carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica, los niños menores de 3 años muestran una incidencia de 6 a 8%, y los adultos un 2 a 4%. Curiosamente, Chile registra altos índices de alergia al tomate y la palta, poco frecuente en otros países.
Una alergia alimentaria es una condición médica en la que la exposición a un alimento provoca una respuesta inmune dañina. La respuesta inmunitaria, llamada reacción alérgica, ocurre porque el sistema inmune ataca las proteínas en los alimentos que normalmente son inofensivos.
Las proteínas que desencadenan la reacción se llaman alérgenos. Los síntomas de una reacción alérgica a los alimentos pueden variar desde leves (picazón en la boca) hasta graves (estrechamiento de la garganta). En este último caso, la anafilaxia es una reacción alérgica grave que se presenta repentinamente y puede causar la muerte. Las manifestaciones clínicas más frecuentes en pacientes con alergia son: urticaria, angioedema (inflamación de tejidos blandos), disnea (dificultad para respirar) y vómitos.
Los últimos años se ha reportado un incremento en la prevalencia de alergias alimentarias en el mundo. Solo en Estados Unidos se estima que cerca de 15 millones de personas padecen algún tipo de alergia a los alimentos, de estos 5.9 millones son niños menores de 18 años. Se estima que entre el 1 y 10% de la población mundial padece algún tipo de alergia alimentaria, con prevalencia de 6 a 8% en menores de 3 años y entre un 2 a 4% en la población adulta.
Se ha informado que más de 170 alimentos causan reacciones alérgicas. Existen ocho alérgenos principales; los más frecuentes son: huevo, leche de vaca, maní, mariscos, nuez, tomate, trigo, palta, pescados y legumbres. Alergias a huevo, leche de vaca y maní son más frecuentes en edad pediátrica en Chile, mientras que en adultos son los mariscos.
Carla Leiva, explica que si bien hay exámenes específicos para detectar posibles alergias alimentarias; lo más frecuente es que la reacción aparezca al consumir por primera vez ciertos alimentos y generar reacciones como picazón en la piel, dificultad para respirar, diarrea o vómito. “Una vez establecido el diagnóstico de alergia a la proteína de algún alimento, el tratamiento es eliminar ese alérgeno por completo de la dieta y ver la reacción del organismo”, puntualiza.
Según el Doctor Arturo Borzutzky, Jefe de Inmunología, Alergia y Reumatología Pediátrica de la Red de Salud UC Christus y Director de Laboratorio de Inmunología y Alergia Traslacional de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica, un estudio liderado por su equipo en 2013 y aplicado a 488 padres y madres, mostró que la prevalencia de alergia alimentaria de hipersensibilidad inmediata en escolares de la región Metropolitana es cercana al 5.5%, mientras que otro estudio realizado por investigadores del INTA indicó que en lactantes la incidencia de alergia a proteína de leche de vaca era de 4.9%. “En la consulta clínica hemos observado un aumento sostenido de casos a lo largo de los últimos años”.
PROTEÍNA DE LA LECHE DE VACA, LA MÁS FRECUENTE
Una de las alergias más comunes es a la proteína de la leche de vaca, siendo el tratamiento de elección la dieta de exclusión de leche y derivados de la leche a la madre del niño diagnosticado; con el fin de continuar con la lactancia materna. Esta dieta debe ser supervisada y guiada por un profesional. La docente de Nutrición y Dietética UC, Carla Leiva, sostiene que los alimentos que la madre debe eliminar de su dieta para continuar con la lactancia materna son: Productos lácteos o alimentos derivados de la leche, leche, lactosa, suero de la leche, hidrolizado de lactoalbúmina, fosfato de lactoalbúmina, lactoglobulina, Caseína, caseinato de magnesio, caseína potásica, caseína sódica, caseína cálcica, crema agria, crema dulce, yogur, quesos, quesillo, mantequilla, grasa de mantequilla, sabor artificial de mantequilla, manteca, nata, helados, pre y probióticos derivados de la leche (bacilos lácticos).
“Los alimentos que pueden reemplazar los nutrientes de la leche de vaca para la madre incluyen suplementos administrados oralmente , así como alimentos como carne de vacuno, pollo, pescado y huevos, nueces, poroto, lenteja, cereales, mariscos, frutos secos, zanahoria, pimiento, mango, champiñones, espinaca, soya, salmón, brócoli y palta, por mencionar algunos. La leche contiene no solo proteínas, sino también es fuente de calcio, magnesio, fósforo, vitaminas A, B2, B6, B12 y D”, añadió.
En el caso de lactante alérgico, usualmente se utilizan fórmulas con proteínas hidrolizadas o “ROTAS”. Actualmente el MINSAL entrega de forma gratuita estas fórmulas a los niños que se atienden en el sistema público y ya se extiende a los niños que se atienden en el sistema privado. Este tipo de alergia es diagnosticada durante el primer año de vida; es decir, mientras es amamantado.
“ La sintomatología es muy diversa, según el paciente. Entonces efectivamente hay un grupo que tiene grupo de síntomas gastrointestinales, deposiciones con sangre, reflujo gastroesofágico, vómitos profusos. El grupo más grave es aquél que manifiesta dificultad respiratoria, dado que sin la asistencia oportuna, pueden incluso morir”, agrega la nutricionista.
Por su parte, las alergias a la leche, el huevo, el trigo y la soya, a menudo se resuelven en la infancia, generalmente entre el primer año y los cinco años. Las alergias al maní, a las nueces, al pescado y al marisco generalmente duran toda la vida. En el caso de los aceites, la alergia puede ser a la chía y al aceite de canola.
“No existe cura para la alergia alimentaria. Las alergias a los alimentos se manejan evitando los alimentos problemáticos y aprendiendo a reconocer y tratar los síntomas de las reacciones. Las terapias de alergia a los alimentos están en estudio en ensayos clínicos, pero ninguna ha sido aprobada todavía para uso general”, añade la nutricionista Carla Leiva.
Usualmente, las madres temen posteriormente introducir nuevos alimentos, reduciendo la dieta a 2 o 3 alimentos, por miedo a la reacción alérgica. El tratamiento oportuno y en manos de un equipo multidisciplinario con apoyo de pediatra, gastroenterólogo y nutricionista, permite aumentar progresivamente el espectro de alimentos y garantizar así un adecuado balance nutricional.
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