Con temor se mantiene la joven Javiera, quien denunció haber sido víctima de abuso sexual en un microbús del recorrido La Unión Osorno el lunes recién pasado.
Los hechos ocurrieron cuando la víctima se desplazaba a Osorno por motivos de estudio.
En una publicación en sus redes sociales señala que “en cuestión de minutos me quedo dormida durante el recorrido. Antes de llegar al peaje de Osorno me despierto, ya que sentía que alguien me estaba tocando la zona del hombro y mi pecho izquierdo”.
“Al momento de despertar me doy cuenta de que es el hombre que se encuentra en el asiento detrás del mío, al lado de la ventana. En mi reacción saco mi celular y en la pantalla veo el reflejo del hombre medio parado detrás de mi asiento, mirándome mientras me toca”, agrega.
La joven señala que cuando le ocurrió esto trató de calmarse y grabar las imágenes para tenerlas como evidencia. “No es la primera vez que me pasan situaciones como estas, pero nunca antes había hecho algo más aparte de llorar. Me sentí vulnerable. Traté de calmarme y respirar profundo y decidí que esta vez no iba a llorar y que iba a hacer algo al respecto y con la mente fría decidí encararlo y grabar su rostro”.
La joven en conversación con Grupo DiarioSur comenta que decidió hacer las denuncias respectivas ante Carabineros de Osorno y este miércoles 10 fue contactada por la Fiscalía para informarle que su caso está siendo procesado.
Cuando este hombre quedó en evidencia le dio como justificación que todo lo había hecho dormido. “Que poco menos lo hizo sonámbulo y de forma involuntaria. Sin embargo, al comunicárselo al chofer negó todo lo que había hecho diciendo que venía durmiendo y que no había hecho nada”.
“Este tipo me dijo que tenía alguna especie de problemas mentales, pero eso no es justificación para lo que hizo”, agrega.
“Después de hacer la denuncia vine a dar con los datos de este personaje y es de La Unión. Cuando lo encaré dijo que tenía trastornos de personalidad y que iba a Chiloé. Yo continuaré con las acciones legales, para que por último a esta persona la internen porque es un peligro para las personas”, comenta.
“Cuando las personas vean este tipo de situaciones no se queden parados sin hacer nada. No es primera vez que pasan cosas como estas en transporte público y no será la última. La única forma de frenar este tipo de situaciones es exponiendo a personas así y resguardándonos entre todos y todas”, dice la joven
-¿Dudaste en un momento reaccionar?
“Hay que denunciar. En el momento uno duda. Yo creo que si no hubiese recibido el apoyo de los pasajeros ese día no me hubiese atrevido a encararlo. Lo que me daba un poco de miedo era que la gente me mirara mal o que me dijera que les estaba retrasando el viaje, que estaba haciendo show. Son cosas que hasta hace un par de año pudo haber pasado”.
La joven comentó que antes le había sucedido una situación complicada de acoso; por lo mismo, esta vez no bajará los brazos hasta que haya una respuesta.
“Estas personas necesitan tratamiento, necesitan ayuda. Esta fue una situación súper desagradable. Hay personas que requieren colaboración especializada para reincorporarse de la mejor forma a la sociedad. No las condeno siempre cuando tengan la voluntad de mejorar”, comenta.
-¿Quedaste con miedo después de este caso?
“Sí. Ya había vivido momentos complicados antes. Me preocupa el hecho de viajar de pie porque es en esa ocasión en que las mujeres son más vulnerables, pero sentada ahora es casi lo mismo”.
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