La avenida Picarte no era la calle principal de Valdivia. En los años de la Colonia la principal arteria de una ciudad era donde se concentraba el comercio y esa era la calle de los Abastos, actual calle Libertad.
Después de la Independencia y en especial con la llegada de los colonos alemanes, Picarte empieza a transformarse en una arteria que levanta los primeros negocios familiares, aprovechando la cercanía con la Plaza de la República, así como la llegada de bancos y posteriormente de grandes tiendas de cadenas nacionales.
Ya en el siglo XX se afianzan el Banco de Valdivia que después pasó a llamarse Banco Concepción y que era una bella casa alemana que perteneció a la familia Straub. También estaba la tienda comercial Casa Llorente, todo esto en la primera manzana de la arteria, desde la Plaza de la República hasta Caupolicán.
En la manzana de calle Picarte con Ismael Valdés, por el ala derecha y caminando hacia la plaza, se encontraban edificios como el Colegio Alemán, la casa de Humberto Lagos, la importadora Ziegele, la farmacia Grob y el edificio de Manuel Taboada que posteriormente se transformaría en la Casa Álvarez, que más adelante se vio afectada por un incendio.
En la otra vereda estaba la Casa Jiménez, la Joyería Mancini, La Paquetería La Mascota, Calzados Rudloff -otra bella casa de estilo alemán-, la tienda El Corte Elegante de los hermanos Monforte, la distribución de la Curtiembre Stolzenbach, la Casa Helle y la Paquetería Ideal en la esquina de Picarte con Ismael Valdés, sólo por nombrar algunas que siguen en la memoria colectiva de los antiguos valdivianos.
Avanzando más desde la plaza y pasado Ismael Valdés estaba la Imprenta Moderna y el Centro Español que se derrumbó por completo para el terremoto de 1960, tal como también ocurrió con el Colegio Alemán Carlos Anwandter y que posteriormente se trasladó a la isla Teja.
Subiendo la calle estaban (y están aún) dos colegios emblemáticos de la educación valdiviana, la Escuela N° 1 Chile y el Instituto Salesiano.
A la altura del torreón de Barro estaba la Mueblería Weber, en plena esquina con Condell, negocio que fue duramente castigado por el terremoto de 1960.
Otro negocio popular de la gran calle fue el de Alejandro Lillo que en 1954 creó la fábrica de hielo y de helados artesanales, a una cuadra de la Estación de Ferrocarriles y posteriormente instaló un café restaurante, el Café Vienés que era la sensación de los jóvenes “nuevaoleros” de los años 60 del siglo XX.
El gran movimiento de personas por la población Ferroviaria hizo que a poco andar el Café Vienés se convirtiera en uno de los más importantes centros de reuniones sociales de Valdivia. Sin ir más lejos, el lugar fue el único café, junto al ya desaparecido Café Copihue, en contar con el elemento ícono de todos los lugares de moda en los 60 y 70: un Wurlitzer.
Tras el incendio de 1909 en gran parte del centro de Valdivia surgieron corrientes de reconstrucción, destacando el estilo arquitectónico del Art Noveau y Art Decó, al igual que el estilo alpino de casas alemanas.
Las calles General Lagos y Picarte se llenaron de casas de estilo alemán entre las décadas de los 20 y 30 del siglo XX. En Picarte algunas casas que aún existen son las de la familia Weber, la casa que era del ex intendente Víctor Kunstmann y la casa Lauer que actualmente es propiedad de la familia Michaelis y que ya existía desde fines del siglo XIX.
Destaca en esos tramos de la calle sus palmeras, árboles que datan de las primeras décadas del siglo XX. Hay viejas fotografías de 1915 y 1920 que muestran que las palmeras ya existían, dándoles un estilo especial desde la plazuela Simón Bolívar y hasta el barrio Berlín.
Una de las casas que no sobrevivió al paso del tiempo y que fue demolida hace un mes fue la casa Lünecke –cerca del Terminal de Buses- que databa de 1922. Esta familia tenía una curtiembre y algunos antiguos valdivianos indicaban que poseía un reloj gigante que facilitaba a los transeúntes ver la hora.
Otra estructura que llama la atención de calle Picarte es la copa de agua, la cual aún funciona.
Construida en 1938 en Picarte con calle Huemul, está hecha de hormigón, tiene una capacidad de 4.000 metros cúbicos y mide 57 metros de alto.
La copa de agua distribuye el vital elemento a las casas valdivianas gracias a dos fuentes, una en el estero Llancahue desde una planta de tratamiento ubicada en la salida sur y la otra en la Cuesta Soto de Collico.
Una de las gracias de esta estructura es que aguantó el terremoto 9.5 de la escala Richter del 22 de mayo de 1960, a diferencia de la copa que estaba en calle Bueras y que sufrió serias grietas que obligaron a dinamitarla el 20 de junio de 1992.
La copa de agua de Picarte no sufrió daños, pues estaba llena del líquido elemento, a diferencia de la de calle Bueras que estaba vacía y alcanzó a funcionar muy pocos años.
Con los años se va extendiendo en sus límites, principalmente con la alta demanda de viviendas en la ciudad que, por un tema de terrenos, obligó a Valdivia a avanzar hacia los sectores del lado sur.
El torreón del Barro podría ser considerado el primer límite, al igual que los cementerios, pues el más antiguo se ubicó en lo que hoy es el sector de estacionamiento del Coliseo Municipal y el Cementerio Alemán, construido en 1851 en los terrenos del colono Guillermo Döell.
Otro punto que sigue extendiendo a la famosa calle fue la construcción de la estación de ferrocarriles de Valdivia en 1889. Como la estación significaba un gran movimiento de personas también se generaron negocios, cafés y hospedajes.
En 1931 se levanta la plazuela Berlín y se consolidan negocios familiares, algunos aún existentes, convirtiendo a ese tramo de Picarte, en el histórico Barrio Comercial Berlín.
Otra población destacada era el barrio Francke con viviendas para familias obreras. Dicho barrio fue destruido tras el terremoto del 22 de mayo de 1960 y la mayoría de esas familias fueron reubicadas en la actual población José Miguel Carrera de Las Ánimas.
Con el tiempo los terrenos del ex barrio Francke fueron ocupados para levantar el Terminal de Buses de Valdivia durante la década de los setenta y que fue inaugurado el 15 de mayo de 1975.
Picarte siguió extendiéndose cuando se levantó la población Corvi a inicios de 1960 y con el surgimiento de las poblaciones Teniente Merino en los años setenta y San Luis en los años ochenta.
La calle, a la altura de la numeración 3.000, siguió avanzando con más barrios como la población O’Higgins y Rubén Darío que se levantaron en terrenos de lo que eran los fundos de la familia Pabst, de origen riobuenino.
En la década de los noventa del siglo XX se afianzan barrios como El Laurel, Alonso de Villanueva y la población Independencia, todos ellos siguiendo el eje Picarte, tal como lo hicieron los barrios antes nombrados.
A comienzos del siglo XXI surgen los barrios Reina Sofía y Bosques de Entre Ríos y la avenida llega prácticamente a los humedales del sector Llancahue para conectar con la ruta 206 que une a Valdivia con Paillaco.
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